El autor toma como punto de partida la idea que
tiene la posmodernidad acerca de la comunicación como transparente y univoca.
Su idea es que la comunicación es una práctica significante opaca, no clara ni transparente. En el proceso de comunicación
existe asimetría entre emisor y receptor, no se trata de dos polos, entidades
iguales, sino que son sujetos concretos, reales, que tienen conocimientos y
experiencias que los diferencian, no es una relación simétrica.
Acepta la asimetría y la opacidad de la
comunicación. Sin embargo esto no significa que el intercambio no sea posible,
porque esa opacidad se da dentro de determinados límites. Existen formas hegemónicas
sociales, naturalización de ciertos códigos, enmarcación social, imposición
ideológica
No entiende a la cultura de masas como
manipulación, sino que entre la producción y recepción hay una acto. Productiva. El sentido no es
único ni impuesto por la codificación, sino que se termina de configurar en la
decodificación. Es posible que nos comprendamos porque entre
codificación y decodificación existen formas codificadas hegemónicas. Nadie
produce un mensaje sin atender a las formas aceptadas socialmente.
Hay FORMAS, limites de producción y reproducción
del mensaje (lecturas
preferentes) gracias a la ideología de la sociedad en la cual nos
conformamos como sujetos.
Una trama social impone inconscientemente ciertos
formatos dentro de los cuales tiene lugar la asimetría.
Realiza su
estudio en el soporte televisión, proceso de comunicación que se
lleva a cabo en el mensaje televisivo, y que puede ser aplicado a todo acto de
comunicación. Piensa la comunicación como un todo divido en cuatro momentos:
- Producción
- Consumo/Circulación
- Distribución
- Reproducción
Estos siempre funcionan en forma integrada.
En el consumo, en la decodificación, es donde se
produce la efectivizacion del mensaje, es el momento de apropiación donde se
pone en funcionamiento el sentido del mismo. El mensaje se completa en el consumo, en la lectura, no
hay sentido implícito, que venga dado sino que este se completa en la tensión.
El signo televisivo no es del todo arbitrario, está
instalado socialmente y naturalizado como si fuera real, como si viéramos la
realidad misma y como si se presenciara, cuando en realidad se trata de un
recorte, de una construcción, de un punto de vista, una mirada. Es solo una
forma de ver la realidad, no la realidad misma. El signo visual nos hace
naturalizar y creer mucho más la realidad que un signo lingüístico. Lo que
vemos es representación, no es la realidad. No es posible la objetividad de los
medios, son miradas, la codificación y la forma de producirlo forman parte del
mensaje.
Hall estudia las sociedades reales, concretas, cuyas
prácticas producen significados. El proceso de producción del programa televisivo está estructurado en
ideologías y creencias sobre quien es la audiencia que va a consumirlo.
Se tiene en cuenta al otro, para que el mensaje tenga efecto tiene que significar,
tener un efecto, ser traducido y transformado por las audiencias que lo
consumen, debe generar significados para que el proceso sea completado. Por eso
es que se utilizan estas formas hegemónicas aceptadas socialmente, en tanto
generar efecto, codificar para ser decodificado.
Si bien codificación y decodificación no son
equivalentes, esto no significa que interpretemos desde un vacío, o que
realicemos cualquier lectura en el mensaje sino que toda nuestra carga cultural
influye en nuestras lecturas, existen discursos dominantes que organizan
nuestra vida, que instauran lecturas preferentes, patrones, códigos, signos que
guían la lectura. Son formatos convencionales que compartimos por pertenecer a
la misma sociedad.
Una LECTURA PREFERENTE tiene formatos
convencionales, sociales, que son construidos y aceptados en la misma. Son
dominantes, pero no determinantes, me guían en la lectura pero no es univoca,
sino que hay amplitud para la interpretación. El productor no puede imponer el
sentido, garantizar o prescribir la lectura. Pueden generarse malentendidos. Se
intenta llegar lo mejor posible pero siempre va a haber diferencias entre las
posiciones de codificación y decodificación.
Estas instancias no pueden ser nunca transparentes ni equivalentes. El codificador
busca guiar las lecturas acortando la polisemia, haciendo uso de las formas
hegemónicas pero no las determina.
Cada cultura tiene discursos dominantes, visiones
del mundo que determinan un orden, aunque no sea univoco. Las distintas áreas
de la vida social están organizadas por discursos que tienen significados
dominantes o preferentes, hay dominios discursivos que organizan nuestra vida.
Ordenamos y decodificamos los eventos y las experiencias en los distintos
domicilios que conforman la realidad social. Existe un patrón de LECTURAS
PREFERENTES que tienen que ver con la vida social, con la ideología, con las
prácticas y creencias, con toda la estructura social en la que fuimos
conformados como sujetos, con la vida cotidiana.
Estos dominios discursos dominantes, códigos que
organizan nuestra vida son dominantes pero no cerrados porque no se trata de la
asignación de un evento a su posición, a códigos preasignados, sino que se
trata de una negociación de reglas de competencia y uso para reforzar y
legitimizar la decodificación de un evento dentro del limite de definiciones
dominantes en las cuales ha sido significado. Para entender un mensaje es
necesario conocer el lenguaje, los términos y códigos empleados que son
sociales.
La percepción selectiva que realiza el lector tiene
límites y parámetros, existe un grado de reciprocidad entre codificación y
decodificación, que se construye socialmente y que permite el intercambio entre
los sujetos. Se trata de una negociación entre las lecturas que el mensaje
suscita y las apropiaciones que los lectores hacen de el.
GUY GAUTHIER
El trabajo de la imagen,
una lógica
Realiza una comparación entre la imagen, ENUNCIADO VISUAL, y la
lengua, ENUNCIADO LINGUISTICO. Lleva la
postura de Austin, de lo preformativo a la imagen. El enunciado visual es más
limitado a la hora de constatar, de describir. La imagen constatativa es débil,
porque hay cosas que le están negadas, la conjunción, la disyunción, la causa y
efecto, causa-consecuencia. La imagen no tiene la posibilidad de mostrar esto,
la imagen no es literal ni denota la realidad, aunque tengamos esto
naturalizado. Hay operaciones que la imagen no puede realizar y el lenguaje si.
La imagen funciona más bien performativamente, la imagen no representa sino que
construye, provoca efectos. El sentido de la imagen se termina de construir en
la lectura de la misma.
La constatación de la
imagen es solo un primer nivel de aproximación, la imagen a más largo plazo
tiende a cambios en profundidad. La imagen es un enunciado constatativo débil,
y es en cambio un enunciado preformativo de acción ampliamente diferida y con
rendimiento incierto. Las posibilidades constatativas de la imagen son
limitadas, su nivel de denotación es limitado, la negación no puede ser introducida
en la imagen.
La imagen fija ignora la
negación, y tiene dificultades para expresar la causalidad.
Esta puede interpretarse
pero es cultural, tiene que ver con códigos culturales aprendidos, convenciones
sociales que entendemos por nuestras vivencias y nuestra experiencia.
Vemos la imagen en TIEMPO PRESENTE, es
difícil hablar de la temporalidad de una imagen, porque recreamos el enunciado
desde el presente, cuando la imagen se produjo en el pasado. Cuando la imagen
llega al conocimiento del observador esta ya ha pasado necesariamente, por lo
cual el observador puede sustituir al
enunciador y vivir la imagen en presente, o asumir su papel de
observador y vivirla en pasado. El futuro en la imagen se ve excluido.
En la imagen no hay
presencia atestiguada del enunciador, salvo en el estilo.
La imagen se caracteriza por un procedimiento metonímico-metafórico:
No puede representar
relaciones lógicas entre los elementos que la componen.
Utiliza la semejanza y la
selección de semas correspondientes a las exigencias de la cultura que conocen
del objeto solo sus funciones, y transpone comparativamente estos semas en
equivalentes gráficos.
buenisimo!!
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